Cuando la tecnología se implementa en la moda
Estudiantes de la Jorge Tadeo Lozano crearon un material para reducir impacto ambiental.

A partir de una tesis de grado, dos estudiantes de ingeniería química de la Universidad Jorge Tadeo Lozano plantean reducir la contaminación que produce la industria de la moda , utilizando nanotecnología.
Según la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (Unece, por sus siglas en inglés), después de la explotación de petróleo, el sector textil es el que más emisiones de CO2 (dióxido de carbono) genera en el mundo. Produce, según la Unece, el 10 % de las emisiones de carbono mundiales y el 20 de las aguas residuales.

Buscamos un material que sea capaz de reemplazar las fibras naturales, específicamente el algodón, que es la más usada en la industria textil y la que más recursos necesita para su producción”, señaló María Alejandra Murillo, una de las jóvenes a cargo del trabajo académico.

A lo largo de su investigación, las estudiantes lograron crear un biopolímero a partir de tecnología nano. 
Eso quiere decir que los hilos que conforman el material son de escala nanométrica, son partículas tan pequeñas como encontrar una aguja en un pajar.

Los expertos explican que añadir este material a una prenda es como manipular átomos.
“La producción del biopolímero se realiza mediante un cultivo de fermentación. Trabajamos con microorganismos y con dos fuentes: glucosa y nitrógeno. La producción consta de 28 días; los microorganismos se encuban a las condiciones necesarias y, para reducir la alta capacidad hidrofílica, implementamos nanopartículas de titanio para que sea un potencial sustituto del algodón”, indicó Valentina Ruano, estudiante a cargo de la investigación.

Alis Pataquiva, profesora del departamento de ingeniería de esa universidad, explicó los alcances de este material, que se contemplan con una sinergia a favor del medio ambiente y la sociedad.

“Este proyecto tiene varias ventajas, una de las cuales es que los reactivos necesarios para llegar al biopolímero que plantean las estudiantes no son costosos. Cuando utilizamos nanotecnología, estamos tratando de que el material y, finalmente, la prenda no se afecten con la humedad”, indicó Pataquiva.

La docente agregó que, gracias al trabajo conjunto con el área de diseño de moda, lograron descubrir “nuevas bondades del polímero”. 
“Sabemos que ese material se puede coser, cortar y puede ser trabajado con láser. Además, es posible usarlo en marroquinería. De hecho, estamos trabajando con la Universidad Central en la impresión de circuitos integrados”, añadió la profesora.
Además, agregó: “En un futuro, nuestras prendas deberán ser nanoestructuras para que no necesiten agua para ser lavadas. Incluso podríamos pensar en ropa que ayude en la degradación de colorantes; por ejemplo, en una lavadora convencional”.


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