Avance en La Habana levantó la esperanza

La encuesta de Gallup evidencia un mayor optimismo frente a lo que se ha pactado entre el Gobierno y las Farc. FOTO Juan antonio sánchez
La encuesta de Gallup evidencia un mayor optimismo frente a lo que se ha pactado entre el Gobierno y las Farc.FOTO JUAN ANTONIO SÁNCHEZ
Como bálsamo le cayó al proceso de paz con las Farc el anuncio del cese bilateral al fuego entre el Gobierno y esa guerrilla. La sensación de que el acuerdo es irreversible y cercano hizo que la confianza ganara terreno.
Según el último estudio de Gallup los encuestados que creen que la negociación va por buen camino pasó del 27 al 50 por ciento. El negativismo se redujo del 66 al 44 por ciento, con relación a la encuesta de mayo.
Al tiempo la desaprobación del presidente Juan Manuel Santos pasó del 72 al 64 por ciento. La favorabilidad saltó de 21 a 30 por ciento. También creció la aceptación del expresidente Álvaro Uribe del 56 al 59 por ciento, y la desfavorabilidad bajó del 38 al 37 por ciento.
Para Martín Orozco gerente de Invamer “el acuerdo del cese bilateral cambió totalmente la opinión de la gente que ya ve avances significativos en los diálogos. Además, 6 de cada 10 encuestados creen que este año se firma, y en mayo eran solo 3 de cada 10”.
Orozco destacó que el 69 por ciento de los consultados prefieren insistir en los diálogos hasta terminar un acuerdo de paz, mientras que en mayo solo el 52 por ciento veían viable esa opción. También explicó que la imagen de Uribe se sostiene porque ha explicado que más que estar en contra de la paz, lo está de la impunidad.
Esto último también guarda relación con que el 58 por ciento no está de acuerdo en sacrificar justicia para negociar la paz. Antes era del 64 por ciento. Además, el 70 por ciento de quienes votarán el plebiscito en las cinco principales ciudades del país lo harán por el Sí.
Según Andrés Felipe Bernal, investigador de la Escuela de Política de la Universidad Sergio Arboleda, la encuesta deja entrever que la posición de los colombianos frente al proceso de paz no está predefinida, sino que por el contrario responde emocionalmente a los avances de las negociaciones y empeora cuando estas se estancan.
“Santos sigue jugándose su capital político con los acuerdos de La Habana, y su imagen resulta vulnerable a los avances o estancamientos que tenga el proceso de paz”, agregó Bernal.
Por su parte Gustavo Ortega, docente de la Maestría en Gobierno de la Universidad de Medellín, dijo que se debe esperar a que pase el efecto mediático para tener más certeza de las expectativas ciudadanas. “El optimismo contrasta con la desfavorabilidad de las instituciones. A la Iglesia y al Ejército les fue bien; la Corte Constitucional, el sistema judicial y los partidos políticos no quedan bien parados”, afirmó Ortega

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