Uribismo pide garantías a la fiscalía y organiza una marcha por persecución al centro democrático.
Concentración de simpatizantes del Centro Democrático en el
búnker de la Fiscalía. Pidieron garantías jurídicas. FOTO COLPRENSA
Mientras integrantes del Centro Democrático reiteran las
denuncias de una persecución en su contra, el Gobierno insiste en que no es
verdad.
Ayer, cerca de 30 manifestantes acudieron al búnker de la
Fiscalía para protestar contra una supuesta “persecución política”, orquestada
por el fiscal general, Eduardo Montealegre.
“Queremos que no haya más presos políticos y que la justicia
no siga filtrando todos los procesos a los medios (...) Estamos aquí para
exigir garantías, porque cuando vemos las decisiones judiciales, como en los
casos de Andrés Felipe Arias, Bernardo Moreno, y Sabas Pretelt, se puede ver
que es una persecución política”, dijo el ex vicepresidente Francisco Santos.
En ese mismo escenario, en horas de la tarde, aparecieron
los hijos del expresidente Uribe, Jerónimo y Tomás Uribe, quienes radicaron una
carta en la que manifiestan su disposición para responder por supuestos nexos
con James Arias, “zar de la chatarra”.
“A lo largo del año pasado recibimos seis testimonios de
diferentes personas sobre presuntos ofrecimientos por parte de la Fiscalía
General de la Nación y de la Presidencia de la República al señor James Arias,
para vincularnos a las actividades criminales de las cuales hoy se le acusa”,
dijo Tomás Uribe al leer la carta que fue radicada en la Fiscalía.
Adjuntaron seis testimonios, dos de ellos juramentados, que
hablan sobre supuestos ofrecimientos por parte de la Fiscalía y la Presidencia
a Arias para que los vincule a actividades criminales. El expresidente Uribe se
pronunció en su cuenta de Twitter, para invitar a la ciudadanía a una marcha el
próximo 2 de abril. “La situación del país es muy grave: se está consolidando
la entrega al terrorismo. La salida a las calles es una necesidad para defender
la democracia”.
Se espera que mañana Uribe dé a conocer un comunicado sobre
la captura y el proceso penal de su hermano Santiago.
“En 2014 (Santos) me acusó de paramilitar, también dijo que
extradité a los cabecillas paramilitares para que guardaran silencio y promovió
un debate contra mi honra en el Congreso. Y yo que lo defendí cuando Mancuso lo
acusó de haber buscado a los paramilitares para derrocar al Presidente en
ejercicio”, dice un apartado del comunicado.
Gobierno responde
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, negó que el
Gobierno haga una persecución política: “Lo que tiene que hacer el uribismo,
como todos los ciudadanos de este país, es explicar sus actuaciones y demostrar
su inocencia con plenas garantías. Pareciera que el uribismo tuviera un manual
para descalificar cualquier decisión de la justicia”.
Con esta opinión coincidió el senador Iván Cepeda, del Polo
Democrático: “Se han hecho esfuerzos por buscar convergencias para que todos
los sectores políticos contribuyan a la paz, pero vemos en el uribismo una
postura con tendencia a querer polarizar y fomentar discordia entre los
sectores políticos. En el caso de Santiago Uribe debe haber garantías
judiciales, pero tampoco se puede esconder la existencia y los crímenes del
paramilitarismo en Antioquia”.
Miguel García, profesor de Ciencia Política de la
Universidad de los Andes, considera que “no existen elementos suficientes para
decir que se presente una persecución política. Sin embargo, hay que entender
que este proceso judicial se da en la coyuntura de un cálculo político. El
Centro Democrático tiene derecho a expresar su insatisfacción pero la crítica a
la institucionalidad pone en tela de juicio la integridad de las instituciones
colombianas”.
(fuente Elcolombiano)
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